lunes, 6 de julio de 2009

OPINIÓN/ El oficio más dificil del mundo

Para muchos no es considerado un oficio, mucho menos una profesión, simplemente la ven como alguien que siempre esta ahí y solo se percatan que no está cuando su tarea no ha sido realizada. Suena cruel, pero es la verdad, inconscientemente no valoramos el gran trabajo que realizan y mucho menos se los remuneramos, no tienen sábados ni domingos y aunque trabajan 24 horas al día no se les reconoce las horas extra.
Las “amas de casa”, como se les conoce, son aquellas mujeres que aunque no salen de casa realizan el trabajo más complicado que existe, complacer una familia. Entre sus labores está: barrer, trapear, lavar, cocinar, limpiar (y cualquier verbo por ar que se me haya escapado) y por si fuera poco también cumplen con el proyecto más largo e inacabado que cualquier profesional pueda imaginar, un hijo.
Ser madre ama de casa debería ser recompensado, al ser la labor más extenuante les correspondería un salario mensual para sus gastos personales y para los caprichos que se les antoje. A estas “profesionales del hogar” también debería reconocerles su maternidad como un oficio y no se les pondría en los formularios solo como amas de casa, sino como lo que son, profesionales en desarrollo infantil y climas organizacionales.
Son profesionales en desarrollo infantil ya que todo lo que saben lo aprendieron en la escuela hogar, con las mejores y más experimentadas maestras, las abuelas, y evaluadas por el más estricto supervisor, el esposo. Aplican sus conocimientos administrativos en climas organizacionales cuando sostienen buenos flujos de comunicación en la mesa, mantiene motivados a los integrantes y conserva las relaciones de poder bien delimitadas procurando un ambiente favorable en el entorno familiar.
Si se comparará el oficio de ser mamá con cualquier otro o hasta con una profesión siempre llevaría las de ganar, como oficio tiene el más amplio currículo de experiencia laboral con referencias por doquier, como profesión tiene la academia en casa y tiene la posibilidad de tener un modelo experimental en tan solo nueve meses de gestación, pero no puede cometer errores, y aunque sus logros dependan de terceros la mayor parte del tiempo, su autorrealización esta asegurada con un mínimo esfuerzo de los experimentos.
Por esta y muchas otras razones, que si enumero no me cabrían en la hoja, las madres amas de casa deberían tener un salario, no solo uno, muchos, es más, en cuanto sus hijos partan de casa a ellas les correspondería una pensión y el reconocimiento a su labor por la más honrosa carrera y la única que tiene un titulo que habla y que dice mamá.

Escrito por: Angélica María Murcia